jueves, 24 de octubre de 2013

LA INDEFENSIÓN APRENDIDA


Nuestro centro Copps Psicólogos Valencia, realiza un comentario acerca de la" Teoría de la Indefensión aprendida", de Martin Selligman.

El sistema sociopolítico que nos envuelve hoy en día no solo es efectivo para generar injusticia, sino también para lograr que la gente, pese a ello, no se rebele contra él.
El tema es cómo es posible que, con todo lo que está pasando con los continuos ataques que vienen sufriendo los derechos e intereses, no reaccionemos de una forma más contundente.



Varios estudios sobre comportamiento animal han concluido que cuando los organismos son sometidos a situaciones de incontrolabilidad, estos, posteriormente, mostrarán una serie de déficits en la adquisición de respuestas exitosas. Martin Selligman, inició en la década de los años 70 dichos estudios y en la misma década realizó algunos experimentos para comprobar el alcance de sus teorías en seres humanos. Otros autores siguiendo la misma linea de Selligman llegaron también a la conclusión de que, en seres humanos también se genera tal indefensión aprendida, y que, en este caso, sería consecuencia del deterioro de las expectativas. Los sujetos simplemente asumen que los problemas están dados, y que, como tales, no queda más que aceptarlos con resignación, pues no son ellos quienes pueden resolverlos.

La indefensión aprendida es, pues un estado en el cual se aprende que ante sucesivos fracasos "haga lo que haga, no voy a conseguir el objetivo". Esta indefensión aprendida es un caldo de cultivo ya que acoge toda una serie de calificativos y sentimientos negativos, como miedo, tristeza, inseguridad, etc........ Este aprendizaje si perdura provoca a la larga depresión.

Martin Selligman, considera que el desamparo aprendido es la reacción a darse por vencido ante un hecho, no asumir responsabilidad alguna, no responder como consecuencia de tener la creencia de que cualquier cosa que hagamos en el presente o el futuro carecerá de importancia.

El estilo explicativo por otra parte es la forma que habitualmente escogemos para explicarnos a nosotros mismos porqué suceden las cosas que nos van sucediendo. Es este estilo el que modula el desamparo aprendido. Por ejemplo, un estilo optimista bloquea la experiencia de desamparo, en cambio un estilo explicativo pesimista permite que la misma experiencia de desamparo que la persona experimenta, se extienda a otras situaciones de la vida.

La indefensión aprendida surge cuando estamos sometidos a una situación incómoda o dolorosa ante la que nos parece que no podemos hacer nada. Como es inútil luchar dejamos de hacerlo, y aunque más adelante nos surja la ocasión de cambiar las cosas, ya no nos molestamos en intentarlo, hemos asumido que así es como son las cosas. Y esto sucede porque han construido, sin quererlo, una paralizante teoría, la creencia de que: "NO VALE LA PENA HACER NADA, PORQUE HAGA LO QUE HAGA NADA CAMBIARÁ".

Si partimos de la base de que la indefensión aprendida puede inducirse, podemos considerar que en nuestro sistema capitalista nos enseñan desde muy pronto que aunque suframos y nos duela ser lo que somos dentro del mismo, hemos renunciado por completo a escapar de él y hemos aprendido a no luchar por ello, sino simplemente a resignarnos en nuestro dolor y nuestro sufrimiento.

En el momento actual en el que vivimos, parece que la mayoría social se comporta políticamente reproduciendo las conductas típicas de personas que han aprendido a sentirse indefensas frente a la resolución de sus problemas.

"Para qué luchar si nada va a cambiar", "Yo no puedo hacer nada para que las cosas cambien", "Todo esto es perder el tiempo", "Nada cambiará mientras los que tienen el poder no quieran que hayan cambios"...

La creencia de que no merece la pena hacer nada para cambiar las cosas que creemos injustas, e incluso por aquellas cosas de la política o la macroeconomía que nos están afectando directamente.

Nos han domesticado en la resignación y en la indefensión y aunque suframos y nos duela ser lo que somos dentro del capitalismo, hemos renunciado por completo a escapar.







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