martes, 23 de septiembre de 2014

ESTRÉS


Cuando una persona se encuentra ante la adversidad, se ve obligada a escoger, como estrategia general, entre una u otra de las dos posibilidades siguientes: afrontar la situación o huir y evitarla.



La decisión que tomará suele estar, en general, basada en la evaluación que haga de la situación, en la que se confrontan tanto las demandas impuestas por ésta como las capacidades y las posibilidades que el sujeto cree tener para poder afrontarla. Pero sea una u otra la decisión que tome, el organismo se activará tanto de forma física como psicológica, poniendo toda su energía a disposición de la consecución del objetivo. Y en el caso de que la dificultad persista largo tiempo y sea percibida como superior a las capacidades que el sujeto posee, sobreviene el estrés, se altera la homeostasis del individuo, rompiéndose su equilibrio interno, el organismo se desgasta y pueden empezar a aparecer los denominados síntomas del estrés:
                                                            
  1. Trastornos psicosomáticos: Palpitaciones, migrañas frecuentes, cansancio crónico, crisis de asma, trastornos gastrointestinales o úlceras, dolores cervicales, insomnio, hipertensión, alergias, diarreas....
  2. Trastornos comportamentales: absentismo, incremento de la agresividad, aislamiento social, incremento de la ingestión de alcohol y/o drogas, cambios bruscos en el humor, dificultad para relajarse, irritabilidad o lapsus de memoria.
  3. Trastornos emocionales: sentimiento de alienación, impaciencia, deseo de abandonar el trabajo, ansiedad, sentimiento de soledad, falta de concentración, sentimiento de impotencia o depresión, entre otros.
Las reacciones y estrategias de afrontamiento utilizadas ante el estrés han sido muy útiles para la especie humana en periodos ancestrales de su evolución. Sin embargo aunque en la actualidad las amenazas sean bastante menos cruciales, nuestro organismo continua reaccionando de la misma forma e incluso con la misma intensidad. Ciertamente, no es lo mismo tener que afrontar la amenaza de un león que hacer un examen en la universidad, pero la reacción psicofisiológica puede ser bastante similar.







jueves, 11 de septiembre de 2014

SUICIDIO





El día 10 de Septiembre de 2014 se ha celebrado el "Día internacional de la Prevención del Suicidio".

Según los datos del centro de Psicoterapia del Hospital Sant Pau de Barcelona, se ha cifrado en unos 3.500 las personas que cada año se suicidan en España y por cada suicidio consumado hay entre 10 y 20 tentativas de suicidio; lo que supone que al menos 35.000 personas lo intentan.


Los suicidios se han constituido en España como la segunda causa de muerte en la población de 25 a 34 años. El mayor número de tentativas se da en mujeres de entre 35 y 65 años.

No hay datos sobre cuántos de éstos han podido ser consecuencia de motivos sociolaborales, pero los suicidios se han incrementado muy notablemente desde el año 2012.

No hay que olvidar que en el 90% de los casos de suicidio, la persona padece un trastorno mental, y los trastornos mentales se han incrementado con la crisis que padecemos.

Todas estas muertes no dejan de ser un problema de salud pública que hay que prevenir mediante seguimiento médico y psicológico de las personas que intentan quitarse la vida, incorporar la prevención del suicidio como un componente central en los servicios de salud, identificar y tratar los trastornos mentales y el abuso de sustancias, además de poner en marcha campañas en medios de comunicación y centros escolares.


                                                                                                             copps psicólogos valencia slp.