En líneas generales y basándome en mis 35 años de experiencia profesional, he llegado, ya hace tiempo, a la conclusión de que la atención en salud mental reposa demasiado en el tratamiento farmacológico, cuando está contrastado que los tratamientos más eficaces en este campo con los psicológicos, los psicoterapéuticos y los combinados (psicoterapéuticos y medicamentosos).
Considero que el tratamiento exclusivamente psicofarmacológico implica varios riesgos, y estos riesgos no siempre son tenidos en cuenta antes de tomar la decisión de tomar una farmacoterapia. Estos riesgos son los siguientes:
- La terapia exclusivamente psicofarmacológica implica una etiqueta en el paciente que puede obstaculizar más que resolver el proceso de recuperación ("soy depresivo", "ansioso"..)
- Se trasmite que la medicación en sí misma es el tratamiento, sin que sea necesario llevar a cabo otras intervenciones o pautas terapéuticas.
- En la evolución de las patologías de salud mental influyen múltiples factores además de los referidos a la persona que la sufre: entorno familiar, entorno laboral, entorno social. El abordaje, por tanto, deberá incluirlos a todos para aumentar la garantía de éxito. En ocasiones, la terapia farmacológica transmite que el problema atañe única,ente a la persona que manifiesta la sintomatología, impidiendo labios, a veces imprescindibles, en el resto de las áreas.
- Diversos estudios han demostrado que la psicoterapia es un tratamiento altamente efectivo para la enfermedad mental. Es capaz de reducir la severidad de los síntomas, reducir la dependencia de medicamentos y hace que la reaparición de la enfermedad sea menos probable. Teniendo en cuenta la evidencia científica de los últimos años, la terapia psicológica y especialmente la terapia cognitiva-conductual, ha demostrado ser una alternativa, sola o combinada con fármacos, ha demostrado ser una alternativa más eficaz y económica que los fármacos en exclusividad para el tratamiento de la ansiedad y de la depresión.
Victor Francisco Rams Maiques